

En un lugar donde todo debiera ser ajeno... no puedo de dejar de encontrar coincidencias...
Gataflorismo? Puede ser...
Y si, está bien, estoy en Shanghai y no en un pueblo perdido en el nor-oeste de China donde la NO-CIUDAD me dejaría fuera de todo. Pero no puedo evitar pensar en los prejuicios que nos armamos antes de conocer algo diferente y en vez cuánto nos podemos identificar con lo que pensábamos más bien de otra galaxia. Y puede que después de conocerlo mejor, nos demos cuenta que efectivamente somos sustancialmente opuestos.
No importa. Ahora no dejo de verlos como las personas que siempre me rodearon, que tiene su trabajo, sus familias, salidas de fin de semana, planes de vacaciones, hombres hablando del resultado del partido de no se qué... mujeres hojeando un catálogo de avon... Son expresivos, les encanta salir a comer, son muy "amigueros" y "familieros"...
SOMOS TAN IGUALES TODOS. Y a pesar de todo son "sutilezas" (je) las que nos diferencian. El tema es que quizás realmente necesitemos de lo mínimo para sentirnos totalmente cómodos. Porque lo más tonto puede hacernos quedar afuera de una conversación... y esto va desde valores culturales básicos hasta el más remotísimo esmalte de uñas que está de moda.
Somos iguales, eso lo sé ahora... pero me siento TAN diferente.
* Increíble noche de karaoke asiático... entra en la recomendación de la semana, también para los que odian estos lugares! Acá es imposible no divertirse con eso! Ver a mi jefe cantar... la mejor parte! (o bali cantando LIKE A PRAYER de Madonna?)
** Idem. Con primer plano de lo infaltable; sandía, pochoclo, cerveza y jugos!